Por: Susana Ferrel / Coach y consultora en aprendizaje y desarrollo
Constantemente escucho “estoy full”, “no tengo tiempo para nada” y como consecuencia postergamos, a veces, lo que es realmente importante. La administración del tiempo se nos hace complicada y dejamos de lado aspectos muy importantes de nuestras vidas.
Para poder administrar tu tiempo debes tener claro para qué lo necesitas y en qué lo utilizarás. Identifícalo como un recurso muy valioso porque no regresa.
Inicia este trabajo con un plan de metas claras y las puedes desarrollar por ámbito, por ejemplo:
- Familia
- Salud
- Trabajo
- Autodesarrollo
- Financiero
Detecta 1 ó máximo 2 metas por ámbito, esas serán tu guía en el año. Luego desglosarás cada meta en acciones claras, “pasos pequeños” que te ayudarán a lograrlas y son precisamente “pequeños” porque será más fácil de realizar y por lo tanto de, celebrar que lo hiciste. Adicionalmente, agrega fechas de seguimiento, vencimiento y un indicador que te permitirá evaluar tu progreso.
Considera que estas metas estén enmarcadas en tu Propósito, tu razón de ser (te sugiero leer el artículo que escribí en enero: Mi propósito – IKIGAI). Así cobrarán relevancia y sentido.
Contar con un Plan de Metas te permitirá tomar mejores decisiones, sabrás a qué decir “sí” y a que “no” porque todo tendrá un propósito. Asimismo, podrás organizar tu semana, tu día, priorizando actividades que estén alineadas a este Plan, invirtiendo el tiempo que lo amerite y serás consciente del valor de tu tiempo evitando aquello que no te agregue valor y te lo “robe”.
Algunas herramientas que ayudarán a organizar tu tiempo, en base a estas metas … recuérdalo, su función es darte norte y guía para que decidas en qué invertir tu tiempo; son: a) una agenda física o digital, si optas por la segunda puedes categorizar por colores (como la de Google) y visualmente te será más fácil identificar en qué utilizas tu tiempo b) Evernote, te ayuda organizando tu información y c) Trello, que te permite organizar proyectos.
Administrar tu tiempo implica dedicación y disciplina y como resultado serás eficiente y productivo. Recuerda que para generar resultados diferentes, debes cambiar hábitos, des aprender unos y aprender nuevos.