Emprender es lanzarse al agua. A veces sin saber si está fría o profunda. Igual saltas. Y eso ya es un acto valiente.
Lo que sí puedes evitar es saltar con los ojos cerrados. En tres décadas acompañando a fundadores, he visto los mismos tropiezos repetirse en una **persona emprendedora que empieza un **Proyecto de Emprendimiento en Lima, Cusco o Trujillo: enamorarse de la idea sin validar, confundir caja con utilidad, posponer el marketing, improvisar procesos, dejar de escuchar al cliente y olvidar el largo plazo.
En Perú, además, hay contexto propio: las micro y pequeñas empresas representan el 99,2% del tejido empresarial (2,24 millones de unidades), por lo que competir y crecer ordenadamente es la regla del juego, no la excepción.
Aquí les dejo algunos consejos que espero les sirvan en este camino que están empezando a recorrer.
¿Por qué tantos negocios tropiezan en Perú?
- Muchos nacen sin medir la demanda real. INEI muestra que la demografía empresarial cambia trimestre a trimestre: entran y salen negocios con rapidez; quienes no validan, duran menos.
- La MYPE domina el ecosistema. Buenas noticias: es posible avanzar; malas: la competencia es masiva. Diferenciarse temprano es vital.
- La adopción digital es decisiva. En Perú, el uso de redes es altísimo; donde está tu cliente, debe estar tu marca.
- El marco tributario tiene caminos para MYPE. Elegir el régimen correcto (p.ej., Régimen MYPE Tributario) ordena tus finanzas y evita dolores de cabeza.
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1. Enamorarte de tu idea sin validar si alguien la necesita
Este es el problema clásico número uno. Te entusiasmas con tu idea —y es normal, todos
lo hacemos—, pero te olvidas de lo esencial: ¿hay alguien del otro lado dispuesto a pagar
por esto?
He visto emprendedores invertir en webs, logos, empaques y redes sociales… sin hablar
con un solo cliente potencial.
Caso real:
Una chica lanzó una línea de ropa deportiva ecológica. Lo tenía todo: branding, concepto,
stock. Menos compradores. Sus precios estaban muy por encima de lo que su público
estaba dispuesto a pagar.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Haz entrevistas problema–solución (10–15 conversaciones con clientes reales).
- Lanza una preventa (Google Form + Yape/Plin) para medir intención de pago.
- Prototipa “lo justo necesario” y testea: una landing con 3 beneficios + 1 CTA.
- Usa marcos como Lean Startup y Design Thinking para mejorar tu propuesta con evidencia, no con suposiciones.
Indicadores de validación “mínimos pero claros”:
- 30–40% de entrevistados manifiestan dolor real y ayuda esperada.
- 10–20% te deja el correo y acepta lista de espera.
- Primera venta antes de invertir en inventario masivo.
2. No llevar un control financiero desde el día uno
A muchos les da flojera este tema, pero no hay forma de construir algo sólido si no se tiene
los números claros. Y no, no se trata de contratar un CFO desde el inicio.
El problema es que se mezclan las cuentas personales con las del negocio, no se calcula
bien el margen de ganancia o no se proyecta el flujo de caja. Así es como un negocio que
«vende bien» puede terminar en rojo sin que te des cuenta.
Caso real:
Un emprendedor de comida saludable tenía buenas ventas, pero no le quedaba nada al
final del mes. Al revisar sus costos, se dio cuenta de que vendía por debajo del precio real
de producción.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Separa cuentas (billeteras y bancos). Tu bolsillo no es el de la empresa.
- Calcula punto de equilibrio (volumen mínimo para no perder).
- Elige el régimen tributario correcto: el Régimen MYPE Tributario simplifica el cumplimiento para micro y pequeñas empresas; revisa condiciones y topes en SUNAT.
- Lleva un P&L básico (ingresos, costos variables, costos fijos). Google Sheets basta para empezar.
- Establece una política de precios: margen objetivo + estructura de costos.
Checklist financiero mensual (30 minutos):
- Ventas vs. metas, 2) Margen bruto, 3) Gastos fijos, 4) Flujo de caja 30/60/90, 5) Impuestos por declarar.
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3. Querer hacerlo todo tú solo
Sí, emprender muchas veces significa ponerse todos los sombreros. Pero cuidado: creerse todólogo solo te lleva al agotamiento y al estancamiento.
Caso real:
Un artesano cusqueño quiso exportar textiles. Ya venía vendiendo de manera local y conocía bien su día a día en el taller. Él solo se encargó de la web, redes, producción, empaques y exportaciones. ¿Resultado? Se quemó antes de despegar. En un intento de ahorrarse salarios, terminó saturado y abandonó el proyecto antes de poder concretar una sola exportación.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Lista tus fortalezas y debilidades (sí, un mini-FODA).
- Delega lo operativo que no agrega valor directo (diseño web, pauta, contabilidad) a freelancers.
- Haz networking: ferias locales, cámaras de comercio y ferias emprendedoras te conectan con proveedores y socios.
- Considera mentoría puntual para acelerar decisiones (pricing, ventas B2B, exportación).
4. Pensar que no tienes competencia
Spoiler: siempre hay competencia. A veces no es otra empresa, sino la costumbre del
cliente de “hacerlo como siempre”.
Caso real:
Un negocio de delivery en provincias lanzó una app muy completa. Invirtieron en
desarrolladores, marketing y nuevos operadores de ruta. Pero no contaron con que sus
clientes preferían seguir pidiendo por WhatsApp a la bodega o restaurante de siempre. La
inercia de inclinarse a lo ya conocido es un factor importante a considerar cuando estás
validando tu producto y evaluando tus competidores en el mercado.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Mapea competencia directa (misma solución) e indirecta (formas actuales de resolver el problema).
- Redacta una propuesta de valor en 1 frase: “Para [segmento] que [dolor], ofrecemos [solución] que [beneficio medible] a diferencia de [alternativa actual]”.
- Define 1–2 ventajas injustas (ej.: tiempos de entrega 2× más rápidos por alianzas locales).
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5. Pensar que el marketing puede esperar
Hay quienes creen que el marketing se activa “después”. Otros suben algunas fotos a
Instagram y esperan que lluevan clientes. Pero si no te ven, no te compran.
Caso real:
Un emprendimiento de postres saludables tenía un gran producto. Pero cero estrategia de
visibilidad. Su Instagram estaba abandonado después de 4 publicaciones. Y en la etapa de
desarrollo, desaprovecharon la gran oportunidad de crear contenido «tras bambalinas»,
donde emprendimientos nuevos tienen la chance de capitalizar al contar su historia de cómo
empezaron y se formaron como marca/producto para llegar con público cautivo a la fecha
de lanzamiento. Resultado: ni likes, ni ventas el día de su inauguración.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Crea una agenda de contenidos simple (3 formatos por semana: 1 educativo, 1 caso de cliente, 1 detrás de cámaras).
- Usa donde está tu público: Facebook, Instagram y WhatsApp lideran uso en Perú según Ipsos; prioriza los dos primeros y no olvides WhatsApp para atención/ventas.
- Activa un presupuesto mínimo (S/15–30 diarios) para pruebas de audiencias.
- Documenta “cómo lo hacemos”: ese contenido construye confianza y fortalece tu marca
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6. No establecer procesos ni controles
Cuando el negocio empieza a crecer, la improvisación pasa factura. Sin inventario, sin
registros, sin seguimiento… todo se vuelve un caos. Esto genera pérdidas invisibles,
insatisfacción del cliente y desgaste del equipo.
Caso real:
Una tienda online creció muy rápido, pero empezó a equivocarse en los pedidos. No tenía
procesos ni control claro. Se apoyaban mucho en hojas excel improvisadas al momento e
incluso de la memoria de su encargado de envíos. El resultado fue obvio. No se registraron
muchas ventas, no había control de proveedores ni de entregas, la insatisfacción de sus
clientes comenzó a crecer y su reputación negativa empezó a pasar factura a su
crecimiento.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Diagramas simples de flujo (pedido → preparación → envío → posventa).
- Tablero operativo en Trello/Asana/Notion (columna por etapa).
- Métricas de servicio: OTIF (On-Time In-Full), tasa de reclamos, NPS.
- Auditoría semanal de pedidos (muestra del 5–10%).
7. No escuchar a tus clientes
Hay emprendedores que creen que conocen tanto a su cliente, que dejan de escucharlo. Y ahí empiezan los errores. Incluso siendo un experto de décadas en tu industria no te deja exento de este problema, recuerda que los tiempos cambian y hay tendencias a las qué adaptarnos. La mejor fuente de información para no quedarse atrás será siempre la opinión de tus clientes.
Caso real:
Una cafetería en Lima Centro ignoró las críticas y sugerencias en su perfil de Google Reviews. Cosas tan básicas como la sazón de sus platos, la falta de wifi en el establecimiento, las pocas opciones en tamaños y tipos de café, generaron que sus puntuaciones bajaran y con ellas, su clientela. Todo por no responder, corregir y sobretodo escuchar
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Responde reseñas en 48 h (las negativas siempre).
- Encuesta de 1 pregunta postservicio (“¿Qué mejorarías?”).
- Abre canales directos: WhatsApp Business (catálogos + respuestas rápidas).
8. No pensar a largo plazo
Muchos emprendedores comienzan con la urgencia de generar ingresos inmediatos. Pero si no construyes una visión de futuro, puedes terminar atrapado en un modelo que no escala. Necesitas una estrategia de crecimiento sostenible.
Cómo evitarlo (acción inmediata):
- Traza metas 1–3–5 años: ventas, expansión, formatos de canal.
- Diseña OKR trimestrales (Objetivo + Resultados Clave).
- Revisa unit economics (CAC, LTV, payback) para mejorar el uso de cada sol.
- Evalúa escenarios (base/optimista/conservador) y prepara plan de caja.
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Emprender no se trata solo de pasión. También se trata de método. De tener los pies en la tierra mientras sueñas en grande.
He visto ideas brillantes fracasar por no atender lo básico. Pero también he visto a emprendedores sin muchos recursos construir negocios sólidos, sostenibles y con propósito.
La diferencia estuvo en la actitud, en las ganas de aprender, en la capacidad de adaptarse, pero sobretodo en la disciplina de seguir estos 8 conceptos básicos. Si estás empezando, recuerda que emprender con cabeza y corazón es posible: valida antes de invertir, ordena tus números, construye visibilidad desde el día uno y haz de la mejora continua tu hábito.
El ecosistema peruano está lleno de historias de ayuda mutua, networking, ferias emprendedoras, mentoría efectiva y formación práctica en talleres de emprendimiento y webinars de emprendimiento. Úsalos para mejorar más rápido que tu competencia.
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Escrito por Sharif Joaquín
Mentor ASEP